Desde que llegó al Gremio, Sonea ha aprendido mucho. Pero hay cosas que preferiría no haber sabido jamás: todo lo que esconde el Gran Lord Akkarin, y la advertencia de éste sobre la venganza que los antiguos enemigos de Kyralia preparan.
Por su parte, Cery ha tenido suerte en los últimos años. Disfruta de una buena posición entre los ladrones y dispone de contactos importantes en los bajos fondos y las altas esferas. Cuando un extraño le propone participar en una misión secreta, Cery sabe que debería negarse, pero la vida resulta muy aburrida si no se toma algún riesgo de vez en cuando.
En el Gremio, Akkarin está seduciendo a Sonea al revelarle cada vez más acontecimientos, al acercarla a la magia negra, pero ¿no se tratará de un ardid para que ella le sirva en sus siniestros propósitos? Y la amenaza que se cierne sobre el gremio, ¿no tendrá un origen mucho más cercano de lo que todos creen? Sin embargo, Sonea sí sabe algo a ciencia cierta: solamente podrá alcanzar su plenitud en las sombras... si sobrevive.
–¿Por qué me enseñáis estos libros?
La pregunta salió de su boca antes de que Sonea pudiera evitarlo. Se estremeció al percatarse del tono de insolencia y suspicacia con que había hablado. Los ojos de Akkarin se clavaron en los suyos, y ella apartó la vista.
–Quieres saber la verdad –dijo él. No era una pregunta.
Ficha de lectura
Título: El Gran Lord
Título original: The High Lord
Autora: Trudi Canavan
Traductor: Carlos Abreu Fetter
Editorial: Debolsillo
Precio: 15€
Páginas: 616
Año de publicación: 2011
Saga: Crónicas del Mago Negro
1. El Gremio de los Magos.
3. El Gran Lord
Reseña
Por fin hemos llegado al final de las 'Crónicas del Mago Negro', y sólo puedo decir una cosa... ¡Menudo final!
Me ha costado lo mío terminar la saga (casi más de un año) y ahora me arrepiento mucho. 'El Gremio de los Magos' me gustó bastante, pero se me hizo eterno. 'La Aprendiz' mejoró bastante, ya que le dio un nuevo enfoque a la saga, pero aún no terminaba de convencerme, le faltaba algo; y ese algo ha llegado con 'El Gran Lord'.
En esta ocasión nos encontramos con una novela tremendamente adictiva (mucho más que las entregas anteriores) que pese a su gran extensión, logra atrapar al lector mediante una trama repleta de misterios y sorpresas, y unos capítulos de extensión media baja (ni milimétricos, ni kilométricos, lo justo para que la lectura no se haga pesada).
Eso sí, no esperéis una lectura rápida de dos/tres días, porque como ya he dicho, el libro es bastante tocho y un poco denso por el gran número de acontecimientos que relata entre sus páginas.
Al igual que en las dos primeras entregas, esta novela también se divide en dos partes, y yo, personalmente, me quedo con la primera, aunque también con muchas escenas de la segunda (más bien con casi todo el libro). De la primera parte me quedaría con la evolución de los personajes principales, y de la segunda... con el final; pero creo que lo que más me ha gustado de esta novela es la profundidad con la que la autora nos muestra a Akkarin, el misterioso Gran Lord del Gremio.
De todos los personajes que participan en la novela, me quedo con Akkarin, sin duda. No puedo decir mucho de él sin hacer spoiler, pero a lo largo de la novela se produce una evolución del personajes que seguramente os sorprenderá y gustará. Sonea también me ha gustado, esta vez la he notado mucho más madura. En cuanto al resto, destacar una vez más a Lorlen, Tayend y Dannyl; simplemente porque me parecen unos buenos personajes con un buen pasado.
A lo largo de toda la novela, hay muy buenas escenas que han logrado acelerarme el pulso y ponerme en tensión; pero el final, pese a saber cómo terminaba (aprovecho para recordar que NO debéis leer la sinopsis de 'La Misión del Embajador') ha hecho que me emocione y que incluso (cállate, cállate, cállate...) se me humedecieran un pelín los ojos.
En conclusión: un buen final para las 'Crónicas del Mago Negro', llenó de amor, magia, y acción que seguramente gustará a todos los fans de la saga.
"Traición" no ha sido una de las distopías que más me han gustado (de momento, quién sabe lo que vendrá en los próximos libros). En ella, Scott Westerfeld nos presenta una sociedad en la que todos los jóvenes al cumplir los 16 años son sometidos a una operación estética para convertirse en 'perfectos'; y como todos, Tally espera su cumpleaños con impaciencia, pero las cosas no ocurren según lo previsto.
Aunque no todo es malo. La historia tiene capítulos narrados en el pasado y en el presente, y los del pasado me han gustado mucho. Tienen un toque oscuro y peligroso que ha logrado ponerme los pelos de punta. Son estas escenas las que han hecho que no dejara el libro de lado. Pero a pesar de lo buenas que puedan ser estos capítulos, no creo que compensen los que están narrados en el tiempo de Iris y Adrien.
Es fácil clasificar a una persona tras leer este libro: o eres un fan total (también conocidos como 'Casters'), o lo odias a muerte (aquí, desde esta humilde reseña, te denomino 'hater'). Así que esto fue con lo que me encontré al buscar reseñas de esta novela, puntuaciones muy altas y puntuaciones muy bajas, no existe un término medio. Tenía miedo de comprarlo; pero tras leerlo, a mí metedme en el grupo 'Caster' porque me he enamorado hasta las trancas de esta novela.
La historia nos la cuenta Ethan Wate, un chico que quiere escapar de su pueblo; y sólo por esto, la novela ya gana muchos puntos. Existen muy pocas novelas en el panorama actual que estén narradas desde un punto de vista masculino, y personalmente creo que las autoras (sí, en plural) han conseguido meterse de lleno dentro del cerebro masculino, lo cual es todo un logro.
La pareja protagonista me han resultado muy convincente. Tanto Ethan como Lena me han parecido unos personajes redondos; y puede que me hayan gustado tanto debido seguramente a que Ethan, a diferencia de historias donde la protagonista se enamora perdidamente del tiarrón musculoso y rebelde que la conquista con palabras bonitas, debe luchar e insistir para conseguir llegar hasta Lena, la chica nueva que es despreciada por todo el instituto.
Los secundarios no se han dejado de lado como en otras ocasiones suele ocurrir. Personalmente me quedo con Macon Ravenwood y Ridley Duchannes; dos personajes muy característicos e importantes en la novela. Como fallo, debería decir que el resto de miembros de la familia de Lena no han quedado muy definidos.
