sábado, 31 de octubre de 2015

Nanowrimo 2015

Nanowrimear o no nanowrimear.

Esa es la cuestión.

Nanowrimear, siempre hay que nanowrimear.

Ya sé que os estabais preguntando por qué estaba tardando tanto en redactar este post, lo sé; pero no os preocupéis, ya está aquí, podéis volver a respirar.

Sí, voy a participar en el Nanowrimo por tercer año consecutivo.

¿Por qué lo hago cuando no he ganado ni una sola edición y siempre termino bloqueado a mitad mes porque la presión es demasiado alta como para soportarla?

Por masoquismo, puro y duro.

Resuelta esta pequeña duda, vayamos a lo que importa.

Este año voy a participar con la precuela de la historia con la que participé el año pasado, que sigue sin estar terminada. ¿¡Pero a quién le importa!? ¡Aquí hemos venido a pasárnoslo bien!

Se trata de una historia de terror de género slasher que comencé en agosto mientras estaba de viaje en Francia porque me era imposible seguir conteniendo las ganas de escribir. El primer capítulo salió con bastante facilidad, pero desde entonces he estado dando vueltas a la historia, empezando y abandonando escenas porque no sabía muy bien hacía dónde quería llevarla sin caer en todos los clichés habidos y por haber. Creo que, tras pasar unos meses comiéndome la cabeza al fin lo tengo. Sigue habiendo varias incógnitas en muchísimos aspectos, pero supongo que eso es lo divertido de escribir un primer borrador, el ir contándose la historia a uno mismo.  

Si he de ser totalmente sincero, no tenía pensado participar en esta edición. Durante los últimos meses había logrado mantener un ritmo de trabajo más o menos constante y solo por eso ya puedo darme con un canto en los dientes; pero la cosa es que, a medida que se iba acercando el mes y veía a la gente comentando en todas partes lo ilusionados que estaban por participar con sus proyectos, volvió a picarme el gusanillo por participar.

Además, aunque es cierto que he conseguido mantener un ritmo de trabajo “decente”, la verdad es que la novela avanza al mismo ritmo que marcaría una ardilla ciega y coja. Me marqué una fecha límite, el 31 de diciembre, por esas cosas del “año nuevo, vida nueva” y demás chuminadas de la vida, y puede que sí necesite el empujón del Nano para poder llegar a tiempo.

Espero de verdad poder cumplirlo este año, y lo digo de verdad. Ya van dos intentonas en las que me he quedado a mitad y no me gustaría volver a repetirlo. Que no pasa nada si acaba pasando, pero este año me encuentro lo bastante motivado para esforzarme al máximo y alcanzar la meta.

De alguna forma, este es mi contrato. Un contrato en el que me comprometo a que no descansaré ni procrastinaré durante el mes de noviembre mientras aún quedan palabras por escribir; y por si alguien se anima en el último momento y quiere unirse a esta locura, abajo os dejo mi perfil para que me agreguéis y podamos echarnos alguna carrera durante el mes.

Nos leemos en el próximo post.

Elser




5 comentarios:

  1. Come oooooooooon, we can do it ^^ Este año lo conseguirás!

    ResponderEliminar
  2. Te deseo mucha suerte :D a ver si ya esta vez va la vencida! Yo me he apuntado también en un ataque de locura, no tengo ni idea de qué voy a escribir pero bueno... ya veremos mañana qué sale xD

    ResponderEliminar
  3. Mucha suerte <33333333333 Este año lo consigues, yo creo en ti.

    ResponderEliminar
  4. Hola, Elser :)
    Este año vas a conseguirlo y lo sabes.
    Te lo dice alguien a quien le gusta mirar el sol... O algo así ;)

    ResponderEliminar
  5. Hola!!! A por ello, yo tengo claro desde siempre que puedes conseguir eso y todo lo que te propongas.
    Mucha suerte!!!.
    Besos mil

    ResponderEliminar